lunes, 23 de noviembre de 2015



LINEA DE INVESTIGACIÓN 

ESTADO, FAMILIA Y COMUNIDAD EN LAS POLÍTICAS SOCIALES, CHILE, SIGLO XX


La  familia parece jugar el papel de variable dependiente en los estudios históricos sobre las políticas sociales y la constitución de una sociedad de bienestar en Chile, asumiendo su pérdida en importancia en relación directa a la relevancia que adquirieron las prestaciones provenientes del Estado[1]. En algunos casos se ha sugerido que las familias fueron reacias a la intervención, en especial cuando los programas y políticas públicas no tomaron en cuenta sus patrones culturales, mientras que en otros que sus estrategias de subsistencia privilegiaron progresivamente la dimensión económica por sobre la afectiva, siendo receptivas a esa intervención estatal[2]. Sin embargo, muchos de estos planteamientos se basan en apreciaciones generales y en modelos propios a las realidades europeas, sin correlación directa con el desarrollo de los Estados latinoamericanos, sometidos a problemas de legitimidad, clientelismo, falta de recursos, entre otros aspectos. Por el contrario, el peso de la familia, como núcleo de parentesco, parece haber jugado un papel importante en las estrategias de sobrevivencia de los individuos, desde los procesos de transición al capitalismo (1870) hasta la crisis del modelo de bienestar durante los años 1970, independiente del peso relativo del Estado[3]


         Más allá de una perspectiva simplificadora que supone el pensar en un proceso  de constitución de dichas políticas donde la familia -y complementariamente la comunidad- juega un papel central frente a la ausencia del Estado, para luego éste sustituir el conjunto de sus funciones reproductivas, proponemos una reconstitución histórica que complejiza las relaciones entre ambos actores y que reconoce los recursos normativos, valóricos y materiales desiguales que exhibieron durante la primera mitad del siglo XX. Para ello analizaremos algunos importantes hitos que marcaron el itinerario de las políticas sociales en nuestro país, lo que nos permitirá acercarnos a los supuestos ideológicos que sustentaron los debates del periodo, reconociendo los límites siempre difusos entre las funciones del Estado y de las familias.





[1]  Como no se pretende trazar un recorrido histórico de la familia chilena, sugerimos revisar interesantes investigaciones sobre el tema. Ver, por ejemplo, Salinas, René, “Historia de la Familia Chilena. Siglos XVI-XX”, en Rodríguez, Pablo (coord.), La Familia en Iberoamérica 1550-1980. Bogotá, Universidad Externado de Colombia, 2004, pp. 390-427; Goicovic, Igor, Relaciones de Solidaridad y Estrategia de Reproducción Social en la Familia Popular del Chile Tradicional (1750-1860). Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 2006; Valdés, Ximena, “Familias en Chile: rasgos históricos y significados actuales de los cambios”, en Arriagada, Irma y Aranda, Verónica  (comp.), Cambio de las Familias en el Marco de las Transformaciones Globales. Santiago, Serie Seminarios y Conferencias. N°42. Cepal-UNFPA. 2004. pp. 335-353; Tironi, Eugenio, Valenzuela, Samuel y Scully, Timothy (eds.), El eslabón perdido. Familia, modernización y bienestar en Chile. Santiago, Aguilar, 2006.
[2]     Para un debate central sobre la relación entre familia y política social se puede citar el estudio de Martínez, Juliana, Domesticar la incertidumbre en América Latina. Mercado laboral, política social y familias. San José,  Editorial UCR, 2008.

[3]           Lamentablemente muchos estudios sobre la evolución de las políticas sociales en Chile durante el siglo XX no consideran el papel (central o residual) de las familias en la formación del Estado de Bienestar, lo que se puede explicar por la importancia asignada a las variables económicas en desmedro de los aspectos culturales. Por ejemplo, Arellano, José Pablo, Políticas sociales y desarrollo, 1924-1984. Santiago, Cieplan, 1985.
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