martes, 6 de enero de 2015




ENTREVISTA RED HISTORIA BARILOCHE, DICIEMBRE 2014




RECABARREN:  A

90 AÑOS DE SU MUERTE (1924)



Periodista: Profesor, usted se ha dedicado a estudiar el Estado Social, la cuestión social y el movimiento obrero en Chile. Además viene de dar su examen de doctorado sobre la acción de la Organización Internacional del Trabajo en América del Sur. ¿Cuál es su relación con la figura de Luis Emilio Recabarren?

Juan Carlos Yáñez: Es como la de cualquier investigador. No soy especialista en Recabarren, pero me ha interesado su figura y su labor a propósito de mis propios estudios sobre la cuestión social y las posturas del movimiento obrero sobre la legislación social. Hay muy buenas investigaciones sobre Recabarren, destacándose en los últimos años los estudios de Jaime Massardo, Julio  Pinto y Sergio Grez.

P: Nos podría comentar ¿qué tienen de común y de distinto estas investigaciones?

J.C.Y.: Bueno, en principio me parece que son trabajos que buscan mirar al líder obrero despojado de toda hagiografía que fijó la historiografía clásica de izquierda o los memorialistas de los años 50 y 60 del siglo pasado. Ni héroe, ni mártir, más bien figura y liderazgo clave para pensar la formación de un movimiento obrero de carácter moderno. Por ello, ya sea en las perspectivas que han apuntado a estudiar el ideario político de Recabarren o su acción social-sindical todas buscan contextualizarlo en los procesos históricos y esto es un avance.

P: Ahora no deja de ser paradojal que la historia social que ha cuestionado la mirada tradicional de hacer historia, centrada en personajes por ejemplo, se apoye en la figura de Recabarren para explicar el movimiento obrero.

J. C. Y.: Es cierto. Si creemos la declaración de principios que hace Julio Pinto y Gabriel Salazar en su Historia de Chile tomo I de Lom Ediciones (no tengo la referencia exacta en este momento), se cuestiona la historia oficial de Chile enfocada en la presencia de personalidades, héroes de bronce me parece que es la figura que utilizan. El pueblo debiera ser rescatado en su potencialidad constructora ¿no? En su potencialidad de soberanía, de construcción de historicidad. En este sentido me parece legítimo que la Nueva historia Social le interese promover investigaciones sobre Recabarren (en especial cuando se utilizan perspectivas comparadas con otros liderazgos, como Alessandri), el problema es que no se ofrece ningún debate teórico sobre cómo insertar estos liderazgos en una historia social que por definición es colectiva. Entonces, las figuras y personalidades funcionan y sirven cuando se hace historia social, pero no cuando se trata de la historia oficial. Creo que esa contradicción se supera ofreciendo una perspectiva crítica de cómo situar el liderazgo de Recabarren en la Nueva Historia Social, cosa que modestamente creo no se ha hecho.

P: ¿Pero cuál debiera ser la relación entre biografía e historia social?

J.C.Y: Insisto, no soy especialista en Recabarren, pero creo que el peligro de toda biografía, inclusive la de Recabarren, es creer que el personaje lo es todo, caer en el subjetivismo puro. El retorno al sujeto, así como las miradas micros parecen estar en boga, pero sin pensar los procesos históricos de más largo plazo no sirve de mucho. Lo segundo es la tendencia al falseamiento de toda biografía, lo que llama Pierre Bourdieu “la ilusión biográfica”, es decir la tentación de todo biógrafo de caer en la reconstrucción de una vida entendida como unidad perfecta, recorrido lineal, arquetípica en cierta forma.  Qué es la biografía, ¿sino la construcción a posteriori de un todo coherente y orientado bajo un orden cronológico y dotado de significación?
    El desafío de toda biografía sobre Recabarren es que debe acompañar el drama de la propia vida del líder obrero ¿no? El tema del suicidio hace más compleja la biografía porque en este caso no hay contexto político que lo explique (como en Balmaceda y Allende), es parte de un drama personal que nunca se nos revela completamente. Es extraño, pero todas las biografías históricas sobre Recabarren le dedican pocas líneas al suicidio. No creo que la labor del historiador sea mostrar las claves o las razones que expliquen este hecho, lo que quiero decir es que los intentos últimos de reconstruir una vida coherente sobre Recabarren deben necesariamente dar cuenta de si el suicidio se inserta o no en esa reconstrucción coherente que se hace de su vida de luchador social.  

P: Ahora ¿hay algún aspecto que le interese en particular de la acción de Recabarren y que considere que no haya sido tratado por la historiografía?                                                       (Recabarren en Moscú, 1922)

J.C.Y. Dejemos algo en claro, me parece que hoy día conocemos prácticamente en profundidad la vida de Recabarren, más allá de ciertos prejuicios o intereses que mueven a algunos investigadores a destacar algunos aspectos por sobre otros. En mi caso me ha interesado mucho la labor parlamentaria de Recabarren, porque en esa etapa se ponen en juego tanto las posiciones que el liderazgo socialista-comunista tuvo frente a la acción parlamentaria en general y en particular en torno a la legislación social. La historiografía no había destacado mucho su labor parlamentaria, me parece que los últimos trabajos de Julio Pinto y Sergio Grez han avanzado en destacar este aspecto. Por ejemplo, los distintos proyectos de legislación social que presentaron tanto la Federación Obrera de Chile como Recabarren muestran los intentos del comunismo chileno de construir una política parlamentaria y de modernización de su estructura partidaria antes del proceso de bolchevización estudiado por Olga Ulianova y Riquelme de 1927 en adelante. Los intentos por parte de Recabarren de mostrar que su proyecto de Cámara del Trabajo  era una especie de soviets que debían replicarse en las industrias chilenas, es un intento artificioso y tardío por hacer compatible su acción parlamentaria y su comunismo. El rechazo de la elite parlamentaria nos habla del desconocimiento y temores que tenían los partidos tradicionales sobre el comunismo de Recabarren, pero también la incomprensión del líder obrero de entender que su proyecto se insertaba en toda una historia de reivindicaciones populares.
     Otro dato, los corresponsales de la Organización Internacional del Trabajo cuando analizaron el comunismo de Recabarren utilizaron su labor parlamentaria para calificar a Recabarren como socialdemócrata y que su comunismo no difería demasiado de las posiciones social-demócratas que había manifestado anteriormente en sus escritos. Dicho en términos concretos: Recabarren fue un social-demócrata y su comunismo responde más bien a una evolución propia que a la recepción que haya hecho de la Revolución Rusa.

P: ¿Cómo evaluaría la labor político-parlamentaria de Recabarren, en especial desde la creación del Partido Comunista en 1922 hasta su suicidio en 1924?

J.C.Y.: No soy de aquellos que enarbolan críticas a la acción política de Recabarren, más allá de los errores cometidos en particular en la afiliación de la FOCH a la Internacional Sindical y la partida de importantes militantes obreros. Creo que las promesas incumplidas de Recabarren en tratar de modernizar al Partido Comunista  a propósito de su participación parlamentaria nos hablan del excesivo personalismo que manifestó en este periodo. Por ejemplo, el periódico de la FOCH nos informa en su edición del 3 de enero de 1922 (es decir en plena realización de la Convención que fundó el Partido Comunista de Chile) que se había aprobado una moción de Recabarren en orden a que el Comité Ejecutivo debería ir normando y señalando la labor que debían hacer los representantes comunistas en el Parlamento y en los municipios, una versión popular de los tradicionales comités de partidos que funcionaban en el parlamentarismo y que permitía  asegurar una línea política en el desorden parlamentario. El que no haya funcionado las medidas de control y de conducción de la labor parlamentaria de los representantes comunistas nos muestra la conducción personalista que tenía Recabarren del Partido y explican las críticas que se comenzaron a escuchar sobre su conducción a partir de 1923.

P: Para terminar. ¿Qué opinión le merece la reconstitución que se hizo por parte de la tradición socialista y comunista de la figura de Recabarren?

J.C.Y.: Bueno, tal como lo han señalado Olga Ulianova y Jaime Massardo, la reivindicación que se hace de la figura de Recabarren se hace en la segunda mitad de los años 1930 con el cambio de posición de la Internacional Comunista y la promoción de la política de frentes populares, ante lo cual el líder obrero aparece como la fórmula para vincular el proceso político de la época con la tradición obrera de la cual era heredero. Ahora lo interesante es que este proceso de rehabilitación de la figura de Recabarren no provino del Partido Comunista ni del Partido Socialista, sino de la IZQUIERDA COMUNISTA (liderada por Manuel Hidalgo) coincidiendo con la conmemoración de los 10 años de su muerte, en 1934. Entre 1933 y 1934 se escucharon en los congresos del Partido Comunista de Chile y la FOCH cosas terribles como que “Recabarren NO NOS ENSEÑÓ ABSOLUTAMENTE NADA”. Es por eso que la Izquierda Comunista reivindica la figura de Recabarren, tanto como para señalar la necesidad de vinculación histórica nacional del comunismo chileno, como para apoyar su distancia con el estalinismo del PC chileno. Entonces la rehabilitación de la figura de Recabarren se hace por las necesidades de los comunistas hidalguistas de defensa de sus propias posiciones políticas del periodo.


“No es raro-señala una publicación de la Izquierda Comunista-, entonces, que la burocracia estaliniana que ha desfigurado la Revolución Rusa, que ha podrido la Tercera Internacional, que ha llevado a la derrota al proletariado de China y Alemania, que ha pactado con el fascismo, que se ha entregado al imperialismo francés, que ha reconocido derechos y coloniales a los Estados Unidos, que se ha unido a los bandidos imperialistas  de la Liga de las Naciones y que ha escindido todo el movimiento obrero, haya dado instrucciones a sus agentes oficiales para que ataquen a Recabarren y oculten su obra.” 

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