LINEA DE INVESTIGACIÓN
ESTADO, FAMILIA Y COMUNIDAD EN LAS POLÍTICAS SOCIALES, CHILE, SIGLO XX
La familia parece jugar el papel de variable
dependiente en los estudios históricos sobre las políticas sociales y la
constitución de una sociedad de bienestar en Chile, asumiendo su pérdida en
importancia en relación directa a la relevancia que adquirieron las
prestaciones provenientes del Estado[1]. En algunos casos se ha sugerido que las
familias fueron reacias a la intervención, en especial cuando los programas y
políticas públicas no tomaron en cuenta sus patrones culturales, mientras que en
otros que sus estrategias de subsistencia privilegiaron progresivamente la
dimensión económica por sobre la afectiva, siendo receptivas a esa intervención
estatal[2]. Sin embargo, muchos de estos
planteamientos se basan en apreciaciones generales y en modelos propios a las
realidades europeas, sin correlación directa con el desarrollo de los Estados latinoamericanos,
sometidos a problemas de legitimidad, clientelismo, falta de recursos, entre
otros aspectos. Por el contrario, el peso de la familia, como núcleo de
parentesco, parece haber jugado un papel importante en las estrategias de
sobrevivencia de los individuos, desde los procesos de transición al
capitalismo (1870) hasta la crisis del modelo de bienestar durante los años
1970, independiente del peso relativo del Estado[3].
Más allá de una perspectiva simplificadora
que supone el pensar en un proceso de
constitución de dichas políticas donde la familia -y complementariamente la
comunidad- juega un papel central frente a la ausencia del Estado, para luego
éste sustituir el conjunto de sus funciones reproductivas, proponemos una
reconstitución histórica que complejiza las relaciones entre ambos actores y
que reconoce los recursos normativos, valóricos y materiales desiguales que
exhibieron durante la primera mitad del siglo XX. Para ello analizaremos algunos
importantes hitos que marcaron el itinerario de las políticas sociales en
nuestro país, lo que nos permitirá acercarnos a los supuestos ideológicos que
sustentaron los debates del periodo, reconociendo los límites siempre difusos
entre las funciones del Estado y de las familias.
[1] Como no se pretende trazar un recorrido histórico de la familia chilena, sugerimos revisar
interesantes investigaciones sobre el tema. Ver, por ejemplo, Salinas, René, “Historia
de la Familia Chilena. Siglos XVI-XX”, en Rodríguez, Pablo (coord.), La Familia en Iberoamérica 1550-1980. Bogotá,
Universidad Externado de Colombia, 2004, pp. 390-427; Goicovic, Igor, Relaciones de Solidaridad y Estrategia de
Reproducción Social en la Familia Popular del Chile Tradicional (1750-1860). Madrid,
Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 2006; Valdés, Ximena,
“Familias en Chile: rasgos históricos y significados actuales de los cambios”,
en Arriagada, Irma y Aranda, Verónica
(comp.), Cambio de las Familias en
el Marco de las Transformaciones Globales. Santiago, Serie Seminarios y
Conferencias. N°42. Cepal-UNFPA. 2004. pp. 335-353; Tironi, Eugenio,
Valenzuela, Samuel y Scully, Timothy (eds.), El eslabón perdido. Familia, modernización y bienestar en Chile.
Santiago, Aguilar, 2006.
[2] Para un
debate central sobre la relación entre familia y política social se puede citar
el estudio de Martínez, Juliana, Domesticar
la incertidumbre en América Latina. Mercado laboral, política social y familias.
San José, Editorial UCR, 2008.
[3] Lamentablemente muchos
estudios sobre la evolución de las políticas sociales en Chile durante el siglo
XX no consideran el papel (central o residual) de las familias en la formación
del Estado de Bienestar, lo que se puede explicar por la importancia asignada a
las variables económicas en desmedro de los aspectos culturales. Por ejemplo,
Arellano, José Pablo, Políticas sociales
y desarrollo, 1924-1984. Santiago, Cieplan, 1985.
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