LOS TRABAJADORES EN LA CIUDAD DE
MÉXICO, 1860-1950
TEXTOS EN HOMENAJE A CLARA E. LIDA
Carlos Illades y Mario Barbosa,
coordinadores,
El colegio de México, Universidad Autónoma
Metropolitana-Cuajimalpa, 2013.
El año 2010 tuve la oportunidad
de visitar la ciudad de México en ocasión de un congreso de historia económica,
quedándome más de un mes recorriendo las ciudades del centro y norte del país.
La estadía se alargó una semana más debido al terremoto del 27 de febrero.
Recorrí la ciudad de México de manera
profunda y no solo los centros turísticos. Para ello utilicé transporte público, en especial el metro. Ahí
encontré una manera muy particular de venta ambulante. Constantemente
transitaban por los vagones vendedores de discos compactos de música. Lo hacían
de forma regular, pasando cada dos minutos voceando sus productos, acompañado
de un parlante que hacía imposible no escuchar la música. Al principio pensé
que era imposible coordinar la venta de discos con tantos vendedores, lo que
impediría obtener ganancias en un mercado tan saturado. Cual sería mi sorpresa
al observar que lo hacían de manera acordada de antemano. Uno vendía música de
salsa, otro de cumbia, otro de disco, otro de música clásica y otro de música norteña.
De esta forma impedían caer en la competencia salvaje y en la tentación de “eliminarse”
entre sí.
Esta anécdota
apunta a develar las características del mundo urbano de trabajo y la capacidad
de adaptación de los trabajadores. En parte es la historia del libro que
comentamos.
El
libro es un homenaje a la historiadora Clara Lida, coordinado por Carlos Illades
y Mario Barbosa, y reúne a distintos historiadores interesados en el mundo
urbano de trabajadores.
El
primer texto es de Ernesto Aréchiga titulado “Lucha de clases en la ciudad. La disputa
por el espacio urbano, ca. 1890-1930”, y muestra la urbanización desigual que presentó
la ciudad de México en el periodo de estudio, desarrollando un área ordenada y
con servicios suficientes, y otro sector atrasado con escasez de los mismos. Se
destaca la organización de los arrendatarios e inquilinos en 1922 y sus
primeras manifestaciones de protesta.
La historiadora argentina Vanesa Teitelbaum estudia
la organización y las protestas de los artesanos, siguiendo el modelo ya
establecido por Carlos Ilades en México y Sergio Grez en Chile, donde los
avances del liberalismo jugaron un importante papel en ofrecer un marco
ideológico para el desarrollo asociativo y de defensa de la educación y de la
industria nacional.
Florencia
Gutiérrez y Fausta Gantús ofrece un trabajo titulado “Los pequeños voceadores:
práctica laborales, censura y representaciones a fines del siglo XIX”. El
estudio nos permite conocer el trabajo infantil y las formas de subsistencia
económica asociada a la venta de periódicos. Entre las voces críticas que
asociaban esa actividad a la vagancia y delincuencia, y las posiciones
alentadoras que veían en ella una fuente de moralidad y de ética del trabajo,
los infantes lucharon por mantener sus formas de subsistencia. Como fuera, por
nobles motivos o intereses políticos que buscaban controlar esta actividad, el
trabajo infantil buscó ser regulado.
El
estudio de Mario Barbosa sobre los empleados públicos entre 1903 y 1931,
analiza la evolución de la condición laboral de los empleados públicos desde la
precariedad e inestabilidad laboral hasta el desarrollo de una organización
burocrática más moderna. Por el hecho de no ser parte de la elite en el poder y
no identificarse con los trabajadores urbanos, los marcó en sus rasgos
distintivos.
Asociado con el artículo de
Mario Barbosa está el de Rodrigo Meneses, “Mujeres en la policía: género y
orden público (1930)”, que analiza la incorporación de las mujeres a los
servicios policiales para cumplir con exigencias nuevas de funcionamiento,
aunque muchas de las mujeres incorporadas lo hicieron para desempeñarse en
tareas administrativas. En todo caso, según el autor, esto demostraría que el
Estado fue un importante empleador de mujeres del periodo.
“Entre
la colaboración y el empleo. Algunos aspectos del régimen laboral de la Lotería
de Nacional para la Beneficencia Pública, 1920-1935”, de la historiadora
mexicana María Dolores Lorenzo, se
enmarca en los intereses propios de su autora y de reconocida trayectoria en
materia de estudios sobre la beneficencia privada y pública. En concreto, el
artículo analiza el rol jugado por la Lotería Nacional dentro de una política pública
de sostenimiento a la beneficencia nacional. También se analiza el
funcionamiento de empleados formales e informales (agentes y billeteros).
Alicia
Gil Lázaro, estudia las migraciones y
las pautas de movilidad de los españoles en plena crisis económica de comienzos
de los años 1930. Son interesantes las distintas estrategias de adaptación que
desarrollaron los inmigrantes para adaptarse al mercado laboral en crisis. Entre
las que estudia la autora están la naturalización, la movilidad geográfica y la
repatriación, esta última en el contexto de una creciente xenofobia.
Por
último, Susana Sosenski, analiza las representaciones fílmicas de la infancia
trabajadora a mediados del siglo XIX, donde se destacan las construcciones de
la infancia sufrida y moralmente reconocible del cine mexicano. En particular
se destaca la película de Buñuel, Los
olvidados, como una película que rompe con los estereotipos y las pautas establecidas,
mostrando los efectos de la vida urbana en el espíritu y accionar de los niños.
Es
así como estamos delante de un texto coherente y que, más allá de algunos
estudios que no ofrecen un mayor aporte al conocimiento de los trabajadores urbanos,
destaca a los trabajadores y la urbe como sujeto y objeto de estrategias de subsistencia.